Si viviste tu adolescencia o juventud en los años 2000, seguro tuviste unos jeans acampanados favoritos. Esos que rozaban el suelo, que ibas combinando con tops de lentejuelas o camisetas tipo baby tee, y que te hacían sentir fashion sin pensarlo demasiado.
Pues este verano 2025, esos jeans regresan, pero no como una simple copia del pasado, sino como una versión reinventada, moderna, elegante y muy favorecedora. ¿La clave? Saber cómo actualizarlos para que funcionen con tu estilo actual y no parezcas en una fiesta de disfraces.
Aquí te cuento 5 formas realistas y con estilo de llevarlos hoy, incluso si ya pasaste los 30 o los 40.
1. Con blusas estructuradas y escote en V
Los jeans acampanados tienen un aire retro y relajado, así que la clave está en contrastar con algo más definido. Las blusas con estructura (como las camisas con pinzas, escotes en V o mangas con volumen sutil) equilibran la silueta y estilizan el torso.
2. Agregando un cinturón llamativo
Un cinturón con hebilla grande, de cuero o con textura, puede transformar por completo este tipo de pantalón. No solo enmarca la cintura, también da un punto de interés visual, este truco eleva hasta el outfit más básico con camiseta blanca.
3. Con plataformas o tacones cómodos
Este tipo de jean pide altura. Y aunque en 2002 lo usábamos con tenis Converse, en 2025 las reglas cambiaron: sandalias con plataforma, tacones de bloque o botines al tobillo son la mejor forma de alargar la pierna y evitar que el ruedo arrastre.
4. Eligiendo telas de mejor caída
Olvídate de la mezclilla rígida que no se movía, los nuevos jeans acampanados vienen en telas con más caída y un toque de stretch que los hace mucho más cómodos y favorecedores. Busca tonos oscuros, blancos o incluso lavados vintage, pero sin que se vean muy desgastados.
5. Con blazers cortos o tops ceñidos
Si el pantalón ya tiene volumen en la parte baja, lo mejor es marcar un poco la parte superior. Un blazer corto, una chamarra de mezclilla ajustada o incluso un body sin mangas dan forma sin recargar.
No tienes que seguir todas las tendencias, pero si te gustaban los acampanados en 2002, este es el momento de darles una segunda oportunidad. La diferencia está en cómo adaptarlos a tu cuerpo y, sobre todo, a tu “nueva yo”.