Cada Día del Niño, entre regalos, piñatas y pasteles también había algo que muchos amábamos: ¡los videojuegos! Si creciste en los 90 o principios de los 2000, seguro pasaste horas frente a una televisión cuadrada con un control en la mano. Aquí te traemos una selección de esos videojuegos retro que marcaron una época… y nuestra infancia.
¿Tuviste un Nintendo o un PS1?
Super Mario 64 (Nintendo 64)
El salto al 3D que nos voló la cabeza. Mario dejó los pixeles planos para correr en un castillo enorme, brincar por mundos locos y perseguir estrellas. Si te sabes de memoria el “It’s-a me, Mario!”, esta joya vive en tu corazón.
Crash Bandicoot (PlayStation 1)
El marsupial más torpe y carismático del mundo nos enseñó que correr hacia la cámara podía ser igual de frustrante que adictivo. Saltamos por cajas, huimos de bolas gigantes y repetimos niveles mil veces. ¿Lo mejor? El grito de “Wumpa!” sigue sonando en nuestra cabeza.
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Resident Evil (PlayStation 1)
Ok, tal vez no tan “infantil”, pero muchos niños lo jugaron a escondidas. El primer susto con los zombis saliendo por la ventana dejó trauma… y gusto por los juegos de terror. Si apagabas la consola del miedo, este juego te marcó.
Mario Kart 64
Clásico de clásicos. Peleas entre primos, gritos por la concha azul, y esa pista arcoíris que parecía imposible de pasar sin caer. ¿Quién no se sintió traicionado por un plátano en la última vuelta?
Tomb Raider (PlayStation 1)
Lara Croft y sus aventuras nos pusieron a resolver acertijos, esquivar trampas y enfrentar animales salvajes. Sí, los gráficos eran triangulares, pero la emoción era de otro nivel.
Street Fighter II (Super Nintendo)
Aunque empezó en arcade, muchos lo jugamos en casa. Ryu, Chun-Li, Blanka… cada uno con su combo mortal. Era ley tener un primo que se sabía todos los trucos y no te dejaba ganar ni una ronda.
The Legend of Zelda: Ocarina of Time (Nintendo 64)
Un juego que muchos entendimos más ya de grandes, pero que de niños nos atrapaba con su mundo, su música y esa sensación de estar en una gran aventura. Si lloraste con la canción del bosque, no estás solo.
Hoy, en pleno Día del Niño, vale la pena recordar que esas consolas viejitas nos dieron horas de felicidad. Tal vez ya no tienes el mismo tiempo libre, pero nada te impide volver a encender ese Nintendo o PS1 (o emularlo, ya sabes cómo). ¡Que vivan los videojuegos de nuestra infancia!
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