La actriz Jennette McCurdy, quien es recordada por su personaje de Sam Puckett en iCarly, ha publicado su libro que lleva el nombre “I’m Glad My Mom Died”, que traduce “Me alegro que mi mamá muriera”, en el que ha revelado los abusos que sufrió cuando era niña. De acuerdo a sus declaraciones, la también … Leer más
La actriz Jennette McCurdy, quien es recordada por su personaje de Sam Puckett en iCarly, ha publicado su libro que lleva el nombre “I’m Glad My Mom Died”, que traduce “Me alegro que mi mamá muriera”, en el que ha revelado los abusos que sufrió cuando era niña.
De acuerdo a sus declaraciones, la también cantante reveló que sufrió abuso emocional y sexual de parte de su mamá y aseguró que su progenitora estaba “obsesionada con convertirla en una estrella”.
“Fue importante para mí explorar el abuso emocional y psicológico que sufrí durante mi tiempo como joven intérprete. Siento que no tenía las herramientas, el lenguaje o el apoyo necesarios para hablar por mí misma en ese entonces, por lo que este libro es una forma de honrar esa experiencia y dar voz a mi antiguo yo, sino también de alentar a los jóvenes a hablar por sí mismos en entornos donde pueden estar condicionados a simplemente ´jugar a la pelota´ y ´ser un buen deporte´”, aseguró Jennette.
La pesadilla de estar junto a su madre
la actriz narra durante el libro que cuando su madre Debra McCurdy notó que ella tenía talento para bailar y actuar, no dudó en llevarla a todos los castings que había. En aquel entonces ella solo tenía 6 años de edad.
“Quería vivir a través de mi persona su sueño frustrado de ser estrella”, explica McCurdy. Pronto comenzó a conseguir papeles en series como Medium, Over There, Strong Medicine y The Inside y el dinero que ganaba era utilizado por su progenitora para mantenerla a ella, a su padre –que resultó no ser su padre biológico– y a sus hermanos.
Pero no solo era explotada laboralmente, sino que además a los 11 años comenzó a sentir cómo su madre quería mantenerla delgada, con dientes perfectos y un pelo envidiable. Por lo que Debra comenzó a contarle las calorías, a teñirle el pelo y a blanquear sus dientes. Quería que su hija fuera perfecta. La obsesión de su madre hizo que Jennette fuera diagnosticada con anorexia.
Pero esto no fue motivo para que su madre cambiara, al contrario hizo caso omiso de lo que el doctor había dicho y comenzó a forzar a su hija a consumir medicamentos para retrasar su desarrollo hormonal, con la firme intensión de que su hija luciera joven y así conseguir papeles infantiles.
“Además de la anorexia, palabra cuyo significado desconocía, después padecí bulimia”, contó McCurdy en su libro.
Además, recuerda el abuso sexual que sufrió por parte de Debra. La sometía a practicarse controles vaginales y mamarios sin su consentimiento. También Jennette no podía basarse sola, sin que ella estuviera obvservándola.
“Tanto mis hermanos como yo crecimos moviéndonos en un campo minado, nunca sabíamos si mamá iba a estar bien o actuar como una loca, era muy volátil”, recordó la actriz al mencionar a su madre, quien falleció de cáncer en 2013.
