Es parte de la idea, ni siquiera te diría que es el futuro, es el presente. La idea es que quienes ya me
eran cercanos, lo sigan siendo. Extraño muchísimo a esa audiencia que continuamente me escribe,
que teníamos un vínculo emocional. Es muy interesante y muy peculiar, porque en el periodismo es
muy extraño que algo así se genere, fueron tantos años y muchas cosas. Quisiera seguir teniendo
cercanía con quien siempre la tuve, con esa generación con la que yo crecípero idealmente, por
supuesto, hablarles a otras generaciones más jóvenes. Mi audiencia esta entre los 25 y los 45 años,
de hecho, la mayoría está en los 35 años, es un reto llegarle a gente todavía más joven y es parte de
la apuesta. De hecho, no es llegar nada más a otras audiencias, es además otro formato, otra
ventana y otros temas. Yo creo que eso lleva naturalmente a que otras audiencias puedan
interesarse.

Todos me mueven, en cada uno he aprendido mucho. El de inicio es sobre modificaciones
corporales, que se convirtió en un episodio muy importante para el programa, incluso acabó por
darle el nombre. Cuando yo compartí en mis redes sociales probaditas de entrevistas cuando lo
estábamos grabando, mucha gente reaccionó con enorme hostilidad, atacaban mucho a las
personas que había decidido modificar su cuerpo de distintas formas, con muchos tatuajes, hasta
incrustaciones o a quienes se han hecho muchas cirugías estéticas. Esto llamó mi atención. ¿Por qué tanta violencia en contra de alguien que no les hace nada?, simplemente que vive diferente, se ve diferente, lo elige así, pero no lastima a nadie con ello. Ahí entendí la pertinencia de ese episodio y
de buena parte del programa. La enorme necesidad de que escuchemos y conozcamos a quienes
viven y piensan diferente, porque la mayoría de las veces la violencia esta cimentada en el
desconocimiento. Es romper prejuicios para poder convivir con mayor armonía, porque nos urge.
Creo que la palabra sirve para poder enlazar, para conectar, para acercar y no violentarnos.