Aunque crezcas, hay cosas que nunca cambian. Tal vez sigues amando los dulces, te emocionas con los parques de diversiones o lloras cada que ves una peli de Pixar. Descubre qué tanto vive el niño o la niña que fuiste dentro de ti con este test.
¿Qué tan niña o niño eres?
1. ¿Qué haces cuando ves una piñata en una fiesta?
a) Me lanzo a romperla como si tuviera 7 años.
b) La veo desde lejos… pero sí me formo por dulces.
c) Finjo que no me interesa, pero me llevo unas paletitas después.
2. ¿Cuál de estos planes te suena más divertido?
a) Ir a un parque de diversiones todo el día.
b) Ver pelis animadas en casa con botanas.
c) Una cena tranquila con vino y charla profunda.
3. ¿Cuál fue tu reacción la última vez que viste una caricatura de tu infancia?
a) Canté el intro como si fuera himno nacional.
b) Me dio nostalgia y la dejé de fondo mientras hacía otras cosas.
c) Pensé: “wow, qué mal estaba animado esto”.
4. ¿Qué tan seguido comes dulces o golosinas?
a) Casi diario, no puedo evitarlos.
b) De vez en cuando, me doy un gustito.
c) Rara vez, prefiero cosas más “adultas”.
5. ¿Cómo reaccionas ante una burbuja, inflable o juguete gigante?
a) ¡Corro hacia él sin pensarlo!
b) Lo admiro con ternura… pero paso.
c) Me pregunto por qué alguien compraría eso.
6. ¿Cómo te va con las responsabilidades del día a día?
a) ¿Responsabilidades? ¿Qué es eso?
b) Las cumplo, pero también me doy mis espacios para jugar o descansar.
c) Vivo para cumplirlas. Todo tiene que estar en orden.
7. ¿Qué pasa cuando ves a niños jugando?
a) Quiero unirme y brincar con ellos.
b) Me alegra verlos, pero solo los observo.
c) Me molesta el ruido y pienso en lo cansado que es ser papá/mamá.
TAMBIÉN TE VA A INTERESAR:
- TEST DE AMOR: Te ama, te quiere, le gustas o nada de nada
- Test: ¿Lo(a) amas, lo(a) quieres o solo es un capricho?
RESULTADOS
Mayoría de A
Tu niñ@ interior manda
Sigues siendo un niño o niña de corazón, y eso no es nada malo. Tu capacidad de asombro, tus ganas de jugar y tu corazón inocente están más vivos que nunca. Eres de esas personas que convierten cualquier día común en una aventura. ¡Nunca pierdas esa chispa!
Mayoría de B
Niñ@ y adult@ en perfecto balance
Has aprendido a combinar lo mejor de ambos mundos. Puedes hacer trámites sin llorar (casi) y aún emocionarte con un peluche. Sabes cuándo dejar salir a tu niñ@ interior y cuándo ponerte en modo adulto. Ese equilibrio es oro puro.
Mayoría de C
Tu niñez te extraña un poco
Tal vez la rutina, el estrés o las responsabilidades han silenciado un poco a tu niño interior, pero tranquilo, aún está ahí. Solo hace falta que lo escuches más seguido: cómete un dulce, juega, ríete sin razón alguna. Ser adulto no significa dejar de divertirse.
TE RECOMENDAMOS LEER: