De por sí ha sido controvertido el tema de buscar apoyo profesional por parte de la IA, y con esto el tema se complica todavía más.
No es novedad que ChatGPT, con su avanzada tecnología de inteligencia artificial (IA), funcione para muchas personas como una suerte de terapeuta u orientador. Esto, se ha visto en estudios, aplica principalmente en el caso de aquella gente que se siente más sola, y que en la desesperación busca ayuda. Desafortunadamente ahora nos enteramos de una situación del tipo que no terminó nada bien: un adolescente se suicidó luego de varias interacciones con esta IA.
El chico de 16 años pasó, según los reportes, meses interactuando con el mencionado chatbot de inteligencia artificial. Los padres, Matt y Maria Raine, presentaron una demanda ante el Tribunal Superior de California en San Francisco, en nombre de su hijo, Adam Raine.
Hemos de dejar en claro que la muerte sucedió en abril, pero es en este mes que la demanda se hace. El documento consta de 40 páginas. En este se afirma que Adam fue explorando métodos de suicidio con el apoyo de ChatGPT.
La acusación es la de que OpenAI, la empresa matriz de GPT-4o, y Altman, director ejecutivo de esta, son responsables de homicidio culposo.
Algo que jamás debe repetirse
Matt y Maria Raine defienden su postura, diciendo que la inteligencia artificial nunca “interrumpió” la ideación suicidada y que tampoco inició algún protocolo de emergencia.
Con esta demanda, sostiene el abogado de los Raine, se busca que nunca vuelva a repetirse una historia como esta.
