Hay algo que me pasa cada vez que veo un capítulo antiguo de Sex and the City: me quedo hipnotizada por el pelo de Carrie Bradshaw. Esa melena con ondas suaves, movimiento natural y ese balayage cálido que parecía atrapar la luz de Manhattan… un look que en los 2000 todas queríamos y que, sorpresa, vuelve a ser la obsesión este otoño 2025.
No es cualquier mecha. El balayage de Carrie no tenía nada que ver con esas mechas marcadas que te obligaban a vivir en la peluquería. Era un degradado tan sutil que parecía un reflejo natural del sol. Dorados, miel y toques caramelo que se fundían con su base rubia y que, honestamente, daban ganas de salir corriendo a pedirle a tu estilista: “quiero el pelo de Carrie, por favor”.
Ese brillo “recién salida de un brunch”
Lo que más me gusta de este look es que transmite ese aire despreocupado y chic que Carrie dominaba tan bien. Podía llevarlo suelto, despeinado, con ondas o recogido en un moño improvisado o siempre se veía impecable. Era el tipo de peinado que te hace sentir como si estuvieras cruzando la Quinta Avenida con un café en mano, incluso si solo vas a la oficina.
Creo que estamos todas buscando ese equilibrio entre glamour y naturalidad, el balayage de los 2000 no exige un mantenimiento agotador, pero te regala luz en la cara, suaviza las facciones o hasta te quita unos años de encima. Además, combina con cualquier corte; desde un bob elegante hasta una melena XL con ondas.
Si vas a la peluquería, lleva fotos de Carrie en sus mejores años (temporadas 4 a 6, para ser exactas). Pide un degradado suave, con tonos miel y caramelo, y evita contrastes demasiado marcados. La clave es que parezca que el sol lo hizo, no tu colorista.