Hay algo mágico en el pelo rubio platinado; ese brillo casi etéreo que ilumina la piel y da un aire sofisticado sin necesidad de mucho más. Y si hay alguien que sabe llevarlo con toda la clase del mundo, esa es Kirsten Dunst, quien acaba de recordarnos por qué este tono fue un ícono de los años 2000 y por qué sigue siendo un acierto a los 40+.
A finales de los noventa y principios de los 2000, muchas soñábamos con ese rubio frío que aparecía en las revistas. Kirsten, con películas como Bring It On o Spiderman, fue una de las musas que lo popularizó. Ahora, con más de 40, lo retoma de una forma mucho más elegante: menos “teen idol”, más mujer segura y con estilo propio.
Lo interesante es que el rubio platinado ya no se lleva igual que hace veinte años. Hoy la tendencia apunta a tonos más cremosos, con matices beige o cenizos que suavizan los rasgos. Kirsten lo entiende a la perfección: su look no grita “exceso”, sino sofisticación.
Por qué este tinte favorece a los 40+
El rubio platinado tiene un efecto casi mágico, ilumina el rostro, suaviza las facciones y resta años cuando está bien trabajado. En mujeres de 40 en adelante, aporta frescura y al mismo tiempo un aire chic que pocas tonalidades logran. Además, combina con cortes sencillos, desde una melena midi hasta capas largas, sin perder elegancia.
Este color requiere matizantes, productos especiales sin sulfatos y un buen tratamiento de hidratación. No es un rubio improvisado, pero bien cuidado se convierte en una especie de “joya capilar” que habla por sí sola.
Lo que más me gusta de verla con este tono es que no intenta ser la misma chica de los 2000. Su rubio ahora se adapta a su edad y estilo de vida. Es un recordatorio de que reinventar un look no significa retroceder en el tiempo, sino reinterpretarlo con madurez y confianza