Renuncia silenciosa: del desgaste al desapego laboral

Podrías confundirte con lo que sugiere este concepto. Mejor, te invitamos a leer de qué trata.

Renuncia silenciosa

Andry Djumantara/Getty Images

La renuncia silenciosa se ha vuelto todo un tema en lo que llevamos de la década. ¿Habías escuchado sobre ella? Te contamos lo que sabemos.

El mundo laboral ha hecho que reflexionemos bastante en torno a cómo hemos llevado las cosas hasta ahora. Se sabe que después de la pandemia esto se agudizó, permitiendo que modalidades de trabajo se extendieran a espacios donde antes no eran comunes. Pero no solo eso, la gente también empezó a revalorizar otras áreas de su vida, algunas que estaban siendo muy relegadas por el tiempo que dedicaban a estar en la oficina, a veces dando horas extra a esas responsabilidades. En ese contexto se popularizó mucho un concepto del inglés: “quiet quitting”. Tanta gente se identificó con él, que pronto se volvió viral en redes sociales, donde creadores de contenido compartían sus pensamientos sobre este. De tal modo que, a lo mejor, lo ubicas en nuestra lengua como “renuncia silenciosa”. Hablemos de ello.

¿Qué es la renuncia silenciosa?

De acuerdo con la Universidad Anáhuac (México), la renuncia silenciosa refiere a la actitud del colaborador que se limita a dar lo mínimo en su trabajo, entiéndase a cumplir solo con los deberes establecidos. Es prácticamente lo contrario a la idea de “ponernos de la camiseta”, que promueve que el trabajador dé siempre más de sí.

“En otras palabras, es una tendencia que promueve que los empleados hagan únicamente lo que les corresponde de acuerdo a su contrato de trabajo, no aceptando dedicar más horas a este ni sacrificando su tiempo libre sin que el mismo sea remunerado”, explica la universidad citada.

¿Qué hacer?

Es curioso: mucha gente piensa, cuando aún no conocen de qué va este concepto, que la renuncia silenciosa es algo así como motivar a los superiores a que ellos tomen la decisión que los empleados, por una u otra razón, no están tomando. Esto podría ser un acto consciente o inconsciente. Sin embargo, como habrás leído aquí, la cosa no va por ese camino.

La renuncia silenciosa no incentiva a que los empleados hagan un trabajo deficiente, más bien se relaciona a que estos rechacen el trabajo adicional que no entra dentro de sus funciones formales.

Expertos en este tipo de temas han buscado maneras de armonizar la situación entre empleados y empleadores, a fin de que la renuncia silenciosa no degenere en algo que afecte a ambas partes.

Según declaraciones de especialistas, dar a los trabajadores mayor autonomía, voz y la sensación de que su trabajo tiene impacto puede reducir la probabilidad de que se produzca la renuncia silenciosa.

Finalmente, a eso suman los expertos que es importante hacer saber a los colaboradores que son elementos importantes para la empresa, que su aportación es valiosa y que no son fácilmente reemplazables.